Carta de un privado de libertad
Estoy agradecido por esta enseñanza, descubrí la autoestima y la dignidad que tenemos los seres humanos, aprendí a respetar y aceptar las opiniones de los demás, a aceptar a las personas de cualquier género y además que todos los hombres y mujeres tenemos derechos y obligaciones con nuestras familias, compañeros y personas que no conocemos.
Podemos convivir en paz y alegría, aún en las circunstancias que nos encontramos, ya que la violencia no genera nada bueno, más bien existe un poder transformador, uno en el que uno mismo tiene la solución; el PAV me enseñó ese poder transformador, y ganar de un enojo o una mala decisión, un gran amigo.
Los ejercicios, las dinámicas y las distintas opiniones de los compañeros, son enriquecedoras y valiosas para mí, se puede construir un futuro mejor sin violencia, y yo, aunque soy privado de libertad, soy libre espiritualmente y feliz, aunque suene extraño.
Aprendí a pensar antes de reaccionar “relax”, agradecido por el ejemplo de los facilitadores, Hillary, Kiara, Daniel y Adrián, por el sacrificio y horas que nos dedicaron, con alegría, motivación y el ejemplo de venir hasta aquí; una luz en la oscuridad, como la luz de la aurora que va en aumento.
En las noches cuando me acuesto repaso los ejercicios y las opiniones de ustedes y de los compañeros, y llego a la conclusión que todo ser humano vale mucho y merece respeto, que todo depende de mí y que se necesita un cambio para bien, que la ira, el estrés y la ansiedad se pueden controlar.
Personas como ustedes son las que se necesitan a nuestro lado, que a pesar de las circunstancias, como las dificultades de ingreso a estos lugares “centros penales” y la paciencia que se requiere, es una virtud de ustedes, agradecido estoy con el Programa Alternativa a la Violencia de la Fundación CEPPA (PAV) y todos aquellos que pusieron su granito de arena para que esto se diera, muchas gracias a todos, insto a que se siga con estos programas tan positivos aún más en las circunstancias en las que nos encontramos hoy.
Muchas gracias
Hermer Gerardo Cordero Ramírez
25 de enero de 2024

Transformar la violencia en todos los ámbitos de la sociedad las charlas y talleres pueden ser un catalizador para la transformación de la violencia. Cada conversación cuenta y cada persona puede contribuir a un mundo más pacífico.
ResponderEliminarlas charlas y talleres pueden ser un catalizador para la transformación de la violencia. Cada conversación cuenta, y cada persona puede contribuir a un mundo más pacífico. Es una oportunidad para sembrar semillas de cambio en la sociedad.
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