Poema: La celda vacía

La celda vacía

La celda vacía


Desde un presidió infernal, donde se
hallaba encerrado, casi agónico y rodeado
de esa celda sepulcral.
Con su ternura habitual la que el siempre
demostró, quiso con esfuerzo no desde su
lecho sombrío, un recluso amigo esta carta
me escribió: ‘‘Querido amigo, quisiera que
al recibir la presente de salud muy bien
te encuentres, te halles bien y que la suerte
te acompañe por donde quiera’’.


Por mi parte y más quisiera decirte, estoy
mejor si al contrario en mi dolor, postrado
en mi lecho abierto, yo soy un pobre
esqueleto, que a mi mismo me da horror.
La carta es para decirte que si podes algún
día ven a hacerme compañía, vos que tanto
me quisiste, estoy tan solo y triste que
lloro sin contenerme. Ya nadie suele
quererme, todos se muestran limpios, de
tantos amigos míos, ninguno ha venido a
verme.


Hoy te doy toda la razón, pues veo en mi
soledad, que esto llamado amistad es tan
solo una ilusión, cuando uno está en
condición tiene amigos a granel, pero si el
destino cruel en una prisión nos tira,
vemos que todo es mentira y que no hay
amigo fiel.


Bueno, aquí yo me despido y al poner
punto y final, recibí un abrazo leal del que
siempre te ha querido. ¡Ah! Y tu mamá
que no olvido también mi recuerdo dale.
Mucha devoción mostradle y de caricias
codmadle, vos que la tenés cuídala, si
supieras cuánto vale.


Llegó el domingo y ansioso, por aquel
amigo leal, penetré en aquel penal
angustiado y pesarozo, me dirigí silencioso
el lugar donde sabía que a mi compa
encontraría. Más tarde no lo encontré,
asombrado me quedé al ver, al ver la celda
vacía.


Mario Carmona Madrigal.
2023.

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