Análisis de los dibujos sobre árboles de violencia hechos por personas privadas de libertad desde una perspectiva criminológica.
Adrián Rodríguez Arauz. Estudiante de Bachillerato en Criminología
de la Universidad Libre de Costa Rica.
Resumen
Este artículo examina los
dibujos árboles de violencia hechos por personas en prisión desde una
perspectiva criminológica. Los dibujos se interpretan como una expresión
simbólica de la experiencia personal y la percepción de la violencia. El
análisis se centra en identificar patrones, temas y simbolismos recurrentes en
las pinturas para comprender mejor la mentalidad y el contexto de las personas
privadas de libertad. Los hallazgos revelan la complejidad de las historias de
violencia en las instituciones correccionales, destacando la importancia de
considerar las experiencias individuales y los factores contextuales para
comprender y prevenir la violencia en las prisiones. Este enfoque puede ayudar
a desarrollar medidas y políticas más efectivas para prevenir la violencia en
las prisiones.
Análisis de los dibujos sobre árboles de violencia hechos por personas privadas de libertad desde una perspectiva criminológica.
Estos dibujos pueden revelar no sólo la naturaleza y gravedad de la
violencia experimentada o cometida, sino también el impacto psicológico y
emocional de la violencia en el individuo. Además, pueden proporcionar pistas
sobre la dinámica de poder, las jerarquías sociales y los mecanismos de
afrontamiento en las poblaciones carcelarias. Este análisis multidimensional
puede contribuir significativamente a la comprensión de la violencia
relacionada con el crimen y al desarrollo de estrategias efectivas de
prevención y recuperación.
Mediante una actividad en una capacitación a personas privadas de
libertad se les pidió que realizaran unos dibujos de arboles de violencia y no
violencia, donde tenían que dibujar raíces malas y los frutos que daban o
raíces buenas y los frutos que daban.
Si bien algunas personas privadas de libertad pueden percibir la
violencia de manera similar debido a las condiciones de reclusión compartidas,
también es importante considerar que cada persona puede interpretar y
experimentar la violencia de una manera única, influenciada por factores como
el personal, historia carcelaria, relaciones y cultura institucional. Por lo
tanto, si bien puede haber similitudes en las percepciones de la violencia,
también es vital reconocer la diversidad de experiencias y perspectivas de los
reclusos.
Según la página web Psicología Online (Equipo editorial, 2018).
Algunos factores que influyen en la delincuencia o que llevan a una
persona a ser violenta como el sistema familiar que incluye la violencia doméstica
o el abandono familiar, también como el ámbito relacional como un niño que empieza
a tener un ambiente muy restringido, con características no positivas, que le
va enseñando un código de lenguaje. El líder suele ser alguien con contacto con
el mundo de la delincuencia, todo esto contribuye a la marginación, una
situación que por sí misma mantiene el proceso, se hace una situación crónica.
Los análisis criminológicos de los dibujos revelan una compleja relación
entre la percepción de la violencia y diversos factores que influyen en la
conducta delictiva de las personas privadas de libertad. En el primer dibujo,
se destaca que la violencia se interpreta como la ausencia de valores
espirituales, sugiriendo que la pérdida de conexión con estos valores puede
contribuir a comportamientos violentos arraigados en experiencias pasadas, como
rencor, avaricia y maltrato. En el segundo dibujo, se establece una relación
entre la violencia y el abuso de poder, la muerte y los golpes, sugiriendo una
exposición previa a dinámicas coercitivas que impactaron su percepción. El
tercer dibujo resalta la influencia de malas decisiones, consumo de drogas y
falta de apoyo familiar en la configuración de actitudes violentas,
especialmente en entornos marginales.
Por otro lado, el cuarto dibujo sugiere experiencias de abuso sexual y
violencia familiar, destacando la influencia de traumas pasados en la génesis
del comportamiento delictivo. En el quinto dibujo, se observa una introspección
sobre la capacidad propia para perpetrar violencia, indicando posibles
problemas de salud mental o autoestima. El sexto y séptimo dibujo presentan
metáforas visuales, como un árbol seco, que sugieren desesperanza y falta de
apoyo, mientras que el octavo dibujo destaca la impulsividad y la percepción
negativa de uno mismo como factores clave en la participación en conductas
delictivas.
En los últimos dibujos, se enfatiza la influencia de las relaciones
sociales y las malas decisiones en la percepción de la violencia, así como la
importancia de abordar factores psicológicos y emocionales en la
rehabilitación. Se resalta la necesidad de un enfoque multidisciplinario que
considere la complejidad de las experiencias pasadas, las dinámicas familiares
y las condiciones socioeconómicas para comprender completamente la génesis de
la perspectiva de la violencia de las personas privadas de libertad.
Estos dibujos pueden revelar modelos de pensamientos, sentimientos y
experiencias pasadas que llevaron a las personas privadas de libertad a tener
conductas criminales. Al examinar cuidadosamente estos dibujos, con este
análisis se pudo obtener una comprensión más profunda de la motivación detrás
de ciertos actos de violencia.
La interpretación de estos dibujos desde un enfoque criminológico puede
ayudar a identificar factores de riesgo y de protección en la rehabilitación de
personas privadas de libertad. Al considerar los símbolos y detalles de las
imágenes adjuntas, los expertos pueden desarrollar intervenciones más efectivas
para abordar las causas fundamentales de la violencia y prevenir una mayor
reincidencia criminal. Este enfoque permite un enfoque más integral y humanista
del estudio del comportamiento delictivo.
El análisis de estos árboles de violencia también puede arrojar luz sobre la salud mental de las personas privadas de libertad. La expresión artística puede servir como una forma de terapia y autoexploración, permitiendo a las personas procesar experiencias traumáticas y emociones reprimidas. A través del arte, los participantes quedan expuestos a nuevas perspectivas y oportunidades de crecimiento personal, que son esenciales en el proceso de reintegración y prevención del delito.
Según la página web Psicología Online (Equipo editorial, 2018);
Perspectivas
en el estudio de la delincuencia
Hay dos perspectivas para entender el
crimen: culpar a los individuos o culpar a la sociedad. En el último caso, el
criminal es en realidad la víctima, porque la sociedad crea reglas que el
individuo no puede seguir (el crimen se entiende como una enfermedad social).
Desde este punto de vista, se intenta cambiar las condiciones sociales que
contribuyen al crimen. La atención se centra en los intentos de integrar las
dos perspectivas y dividir la responsabilidad entre los individuos y la
sociedad.
Perspectiva individualista
Se estudia al sujeto como delincuente,
conducta delictiva. Identifica qué lleva a una persona a cometer un delito; Se
cree que la agresión es la causa principal. La teoría de la sociopatología de
Lombroso intentó explicar el crimen por características físicas, cambios
orgánicos, y trató de clasificar a los delincuentes por su apariencia. Entendía
la sociedad como un cuerpo y la enfermedad como una disfunción de sus partes.
Eysenck creía que los delincuentes deberían ser personas con un alto nivel de
neuroticismo y extroversión.
Perspectiva sociológica
Desde aquí se explica la delincuencia atendiendo a la estructura social,
procesos de interacción o instituciones sociales establecidas. La teoría del
funcionalismo estructural de Durkheim se centra en la estructura social.
Introdujo el concepto de anomia y argumentó que el crimen es el resultado de la
falta de normas. Las razones son: excesiva división del trabajo, débil
conciencia colectiva y grave individualismo. Merton también criticó la
estructura social como causa del crimen. El autor conecta las causas del crimen
con las instituciones sociales establecidas e identifica tres factores:
inmigración, industrialización y urbanización. Estamos más interesados en
teorías que se centran en los procesos de interacción social. La teoría de
Sutherland afirma que los delincuentes aprenden interactuando con otros
delincuentes. Destacan la importancia de los grupos de pares en la promoción
del comportamiento delictivo. Algunos grupos definen romper las reglas.
Determina la importancia de las relaciones sociales que disuaden los contactos
delictivos (familia, amigos, trabajo...) La teoría del etiquetado social de
Tannenbaum indica el interés del público por la reacción ante el delito. Lo que
importa es cómo responden los delincuentes cuando se les etiqueta porque hay
consecuencias (siendo su comportamiento el que es).
Perspectiva psicosocial
La teoría del aprendizaje social de Bandura señala la importancia de los grupos sociales y los medios como canales de aprendizaje. Cualquier comportamiento radical puede convertirse en un modelo a seguir y tener poder de persuasión entre pares. La confianza en uno mismo se utiliza para ajustar su actitud para que coincida con su comportamiento exterior. Buscan ideas para convencerse de que lo que están haciendo está bien ("Le robé, pero tiene mucho dinero").
Leyens y otros (1985) llevaron a cabo un experimento en un campamento
donde dividieron a los niños en niños agresivos y no agresivos y los dividieron
en dos grupos, cada uno de los cuales vivía en una cabaña. Se les mostró una
película agresiva y una película neutra, y se tomaron medidas antes y después
de la prueba. Todas las personas que vieron la película agresiva intensificaron
el comportamiento agresivo, pero aquellos que vieron la película no agresiva lo
hicieron sólo en presencia del observador (lo hicieron para buscar recompensa o
refuerzo), pero brevemente volvieron a hacerlo después de la película.
situación inicial. Sin embargo, en la condición agresiva, la agresión no volvió
a la línea de base.
Conclusiones
En conclusión el análisis de los dibujos de árboles de violencia realizados
por personas privadas de libertad es importante enfatizar la importancia de un
enfoque multidisciplinario para comprender la complejidad del comportamiento
criminal. La interpretación de estos dibujos proporciona una ventana única a
los pensamientos y sentimientos de quienes participan en actos violentos, lo
cual es esencial para prevenir el delito y promover la curación. Asimismo, la
combinación de enfoques criminológicos y terapias basadas en las artes puede
tener un impacto significativo en el bienestar mental y emocional de las personas
privadas de libertad. Al fomentar la expresión creativa como una forma de
autoexploración y terapia, estas personas tienen la oportunidad de ver y
procesar sus sentimientos de trauma, ira o frustración, creando así un camino
hacia la autoconciencia y el crecimiento personal. En definitiva, el análisis
no sólo contribuye al campo de la criminología desde una perspectiva académica,
sino que también nos recuerda la importancia de abordar el crimen de manera
holística y empática. Comprender las motivaciones y experiencias que conducen
al comportamiento violento puede abrir la puerta a estrategias de prevención
más efectivas y a un mayor apoyo para la reintegración de las personas
encarceladas a la sociedad, contribuyendo así a una sociedad más justa y compasiva.
Ilustración 1
Ilustración 2
Ilustración 4
Ilustración 6
Ilustración 7
Ilustración 8
Ilustración 9
Ilustración 10
Ilustración 11
Buenísimo!
ResponderEliminar