Guía temática sobre ESCNNA

Elaborado por la Fundación CEPPA (Centro de Estudios para la Paz).

Guía temática sobre Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes

Introducción

En los últimos años el problema de la explotación sexual comercial ha sido un tema de interés y debate de múltiples sectores nacionales; por ejemplo, ha estado presente en editoriales de diferentes periódicos, se han elaborado reportajes televisivos, se han nombrado comisiones institucionales, las universidades han estudiado el problema e incluso ha sido tema de campaña en las elecciones presidenciales. Este interés ha producido un importante efecto: cada día más costarricenses reconocen que la explotación sexual comercial es una forma de violencia sexual y una violación severa de los derechos humanos de las personas menores de edad.

Aunque el camino para eliminar esta forma de violencia apenas se está iniciando y falta aún mucho por hacer, debemos reconocer los logros alcanzados. Entre ellos, podemos citar:

Nuestra Asamblea Legislativa convierte en leyes nacionales, los principales compromisos internacionales relacionados con la eliminación de la explotación sexual comercial. Por ejemplo: La Convención de los Derechos del Niño (1990) y el Convenio 182 de la OIT (2001) sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil.

La elaboración de un Plan Nacional para Eliminación de la Explotación Sexual Comercial y la existencia de una Comisión Nacional (CONACOES), que busca unir los esfuerzos del país para dicha eliminación. Relacionado con los anteriores, uno de los logros más importantes, fue la aprobación e 1998 por parte de la Asamblea Legislativa, de una nueva ley donde se incluyen diferentes delitos que sancionan con pena de cárcel a quienes realicen actos relacionados con el comercio sexual de niños, niñas y adolescentes.

Esta Ley, denominada ''Ley contra la explotación sexual de personas menores de edad'', representa un importante comienzo para eliminar una práctica común que se ha venido realizando en el país desde siglos atrás y que hoy es considerada un delito: muchos hombres adultos acostumbran tener relaciones sexuales con adolescentes y a cambio les ofrecen regalos, dinero u otros beneficios. Esta práctica se ha visto beneficiada porque mucha gente no reconoce que esa costumbre es una forma de violencia sexual con efectos muy negativos en la vida de niños, niñas y adolescentes quienes se encuentran en proceso de crecimiento y desarrollo físico, psicológico y espiritual.

Hoy sabemos que dar regalos, dinero, comida u otros beneficios a cambio de una actividad sexual se denomina comercio sexual. Y el comercio sexual es dañino tanto si se involucra a niños o niñas como también a adolescentes. Por tanto, al conocer las consecuencias extremadamente negativas del comercio sexual con personas menores de 18 años, se vio la necesidad de castigar con pena de cárcel a quienes realicen esta forma de violencia sexual.

1. ¿Qué es la explotación sexual comercial?

La explotación sexual comercial (ESC) es una de las tantas maneras en que se presenta la violencia sexual contra las personas menores de edad (niños, niñas y adolescentes de ambos sexos). Esta forma de violencia se puede definir como;

La utilización de niños, niñas y adolescentes en actos sexuales o eróticos de un adulto o un grupo de adultos, a cambio de ofrecerles o darles dinero, regalos, comida, u otros supuestos beneficios.

Dado que la explotación ocurre para satisfacer los deseos de los explotadores sexuales, la misma puede presentarse de formas muy variadas, que se denominan manifestaciones.

Dentro de las manifestaciones más comunes se encuentran: la pornografía, los espectáculos sexuales privados o públicos, las relaciones sexuales remuneradas y la trata. Estas formas de abuso, pueden también presentarse de manera combinada, por ejemplo:

Primer ejemplo:

Un profesor de zona rural, de aproximadamente 40 años le ofrece a jóvenes varones estudiantes del colegio donde él trabaja, dinero y regalos, a cambio de posar desnudos frente a su cámara fotográfica. En este caso, esta manifestación se denomina ''explotación sexual comercial asociada con pornografía''.

Segundo ejemplo: 

En un club nocturno, se contrata a una adolescente de 16 años para que baile semidesnuda frente a los visitantes del lugar. Esta manifestación recibe el nombre de ''explotación sexual comercial asociada con espectáculos sexuales''.

Tercer ejemplo

Un ciudadano norteamericano decidió venir a vivir a Costa Rica e instaló su casa cerca de una playa muy conocida. Poco tiempo después de su llegada, él comenzó a realizar donativos a la comunidad, y por ello, los lugareños estaban muy contentos de que viviera allí. Debido a la confianza y el cariño de los pobladores, nadie sospechó de las invitaciones que hacía a grupos de niñas de 12,13 y 14 años para que fueran a su casa. En esas visitas, les obsequiaba comida, permiso para utilizar la piscina, regalos y en ocasiones les daba dinero. Sin embargo, él les pedía a cambio, que le practicarán sexo oral. Esta manifestación se denomina ''explotación sexual comercial asociada con relaciones sexuales remuneradas''.

En este último caso, el explotador cometía la violencia en su propia casa; sin embargo, también se utiliza el concepto cuando ocurre en casa de la víctima, en un vehículo, en un hotel o pensión, en un prostíbulo o en cualquier otro lugar. Es importante tener presente que el término ''relación sexual'', no sólo se refiere al acto sexual con penetración con el pene, sino también incluye otras prácticas como el sexo oral, la masturbación, la introducción de los dedos u otros objetos en la vagina o el ano. La explotación sexual asociada con relaciones sexuales remuneradas puede cometerse por lo tanto, por un hombre o una mujer, contra una persona menor de edad de cualquier sexo, incluido el propio. También puede darse de manera grupal cuando varios explotadores se unen para cometer su abuso o bien, cuando pagan a niños, niñas y adolescentes para que realicen actos sexuales o eróticos entre sí.

Cada vez que existe un pago o promesa de pago por una relación erótica o sexual a alguien que no ha cumplido sus dieciocho años, el término correcto para este comportamiento es ''Explotación Sexual Comercial bajo la forma de relaciones sexuales remuneradas''. La trata de personas menores de edad puede darse al interior de un país, o bien, de un país a otro.

Cápsula informativa N.1 La explotación Sexual Comercial no es prostitución

Muchas personas piensan que la forma más común de explotación es la que ven en las esquinas de las calles y otros sitios públicos, lugares que a veces se asocian con prostitución. Sin embargo, se deben tener presente dos hechos que diferencian la prostitución de la explotación sexual comercial.

El primero: La explotación sexual comercial se refiere a muchas maneras de abuso y no solo, al pago por relaciones sexuales.

El segundo: La prostitución es un término que se refiere al pago por mantener relaciones sexuales con personas mayores de 18 años. Dado que estos pagos por actividades sexuales, afectan profundamente al desarrollo físico, social psicológico y espiritual de los niños, las niñas y las personas adolescentes, el término prostitución no debe usarse, tampoco el de prostitución infantil. El término explotación sexual comercial se utiliza para comprender esta práctica es una forma de violencia.

Cápsula informativa N.2 Manifestaciones de explotación Sexual Comercial 

Relaciones Sexuales Remuneradas 

Se presenta cuando existe un pago (en dinero o especie) o una promesa de pago a cambio de mantener una relación sexual con una persona menor de 18 años.

Espectáculos Sexuales

Se presenta cuando uno o varios adultos pagan o prometen pagar (con dinero o con otros beneficios) a personas menores de 18 años a cambio de que ellas realicen espectáculo sexual o erótico.

Los espectáculos pueden ser privados o públicos, es decir, ocurrir en una fiesta privada como también e un sitio público, como por ejemplo, en un club nocturno.

Pornografía

Es la utilización de personas menores de edad o su imagen, realizando actos sexuales o eróticos, en libros, revistas, fotografías, películas, videos o internet. Estos materiales pueden ser elaborados por el propio explotador para su propia satisfacción o bien pueden ser fabricados para venderlos a otras personas.

Trata de personas

Ocurre cuando se reclutan y trasladan a personas menores de 18 años a sitios fuera o dentro del país para ser usados en actividades sexuales o eróticas: ya sea para tener sexo con adultos, o bien, para utilizarlos en pornografía o en espectáculos sexuales.

Cápsula informativa N.3 ¿Por qué ocurre la explotación sexual comercial de personas menores de edad?

La explotación sexual comercial es un problema muy complejo, y para comprender su ocurrencia debemos tomar en cuenta varios factores. Estos factores son tanto económicos, culturales y sociales. Algunos de ellos son:

La cultura machista en la que vivimos en donde se le resta importancia a lo femenino, justifica la utilización de mujeres como objetos sexuales, ya sean adultas o adolescentes. Muchos hombres creen que una niña o adolescente con ''cuerpo de mujer adulta'', ya está ''lista para tener relaciones sexuales''. Y como ven a las mujeres sólo por su cuerpo, creen erróneamente que el aspecto física es el que determina el momento para tener una relación sexual. Con esta forma de pensar, estos hombres no toman en cuenta ni la edad ni la madurez psicológica.

La creencia de que a mayor poder, una persona tiene mayor éxito. Así, quienes tengan este tipo de problemas relacionados con el poder, prefieren a gente muy joven para tener relaciones sexuales.

Muchas personas utilizan la explotación sexual comercial como un ''gran negocio'' que les puede dejar mucho dinero; es por esta razón que muchas veces se organizan en grupos para buscar niños, niñas y adolescentes para ''venderlos'' y ''ofrecerlos'' a todos aquellos adultos que quieren sexo con ellos.

Existe entre la gente, una gran tolerancia hacía los contactos sexuales y amorosos entre hombres adultos y niños, niñas y adolescentes; restándoles el carácter abusivo que estas relaciones tienen.

Los explotadores sexuales se aprovechan del abandono familiar y estatal que viven ciertos niños, niñas y adolescentes, en donde parece que no tienen importancia para alguien. Ellos creen que esto es razón suficiente para ofrecerles dinero, comida o cualquier otro supuesto beneficio a cambio de actividades sexuales.

Cápsula informativa N.4 La explotación sexual comercial no es un trabajo

La explotación sexual comercial es una violación severa a los derechos humanos de las personas menores de edad, nunca puede ser vista como un trabajo o como una forma de ganarse la vida.

Los niños, niñas y adolescentes que están atrapados por la explotación son víctimas de adultos inescrupulosos que se aprovechan de ellos y de la situación en la que viven para satisfacer sus propios deseos sexuales. Estas personas menores de edad no están por su voluntad en las redes del comercio sexual. El pensar que los explotadores son ''clientes'' y que pagan por un servicio, es un grave error, pues se crea una falsa imagen de ''intercambio comercial''. La utilización de personas menores de edad para actividades sexuales es un abuso, en delito y una violación severa a sus derechos humanos.

El pensar que la explotación sexual comercial es una forma de ''prostitución infantil'' es un error. No se puede igualar la condición de una persona menor de edad a las condiciones de un adulto.

2. La explotación sexual comercial como violación de los derechos humanos.

Para comprender de mejor manera la gravedad del problema, analicemos dos temas que se encuentran muy relacionados: explotación y violación de derechos humanos.

A las distintas manifestaciones vistas en el primer apartado, se les considera formas de explotación humana. Ello quiere decir, que las condiciones del comercio sexual con niños, niñas o adolescentes conllevan muchas formas de abuso o vulneración de derechos humanos.

La experiencia en el trabajo con las víctimas, ha demostrado, que la explotación sexual comercial violenta los derechos humanos fundamentales y los propios al nivel de desarrollo de las personas menores de edad. Por eso es necesario eliminar los factores de riesgo y, además, romper con la cadena que mantiene y esclaviza a las personas menores de edad víctimas dentro de la explotación sexual comercial.

3. ¿Qué sabemos de la explotación sexual comercial en Costa Rica?

La gran mayoría de explotadores sexuales son hombres costarricenses. Sin embargo, en los últimos años, se ha aumentado el número de extranjeros que llega al país y dentro de ellos, se encuentran quienes aprovechándose de un viaje de negocios o turismo, explotan sexualmente a personas menores de edad. Por lo general, estos extranjeros, tienen la ayuda de costarricenses para cometer su crimen.

La explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes ocurre gracias a la colaboración de muchos intermediarios, que ganan mucho dinero. Estos intermediarios pueden actuar solos, como por ejemplo, un taxista que trasladó a una adolescente y a un adulto a un motel, pero también existen redes organizadas de intermediarios.

Estas redes trabajan dentro del negocio sexual y por lo general, se especializan en buscar niñas, niños o adolescentes vulnerables, así como buscar y hacer llegar la información a adultos que están dispuestos a pagar altas sumas de dinero por tener sexo con una persona menor de 18 años. Se valen de periódicos, la internet y cualquier otra vía que les permita vender lo que ellos llaman su mercancía. Puede decirse que manejan altas sumas de dinero, y a menudo, están también conectadas con el tráfico de drogas.

Cápsula informativa N.5 ¿Quienes son las víctimas?

En Costa Rica, las víctimas de explotación sexual comercial tienen características similares al resto de la región latinoamericana. Han sido elegidas por los explotadores sexuales debido a su desprotección. Ello quiere decir que son los niños, niñas y adolescentes que viven situaciones de mayor desventaja. Los explotadores los eligen porque creen que nadie va a protestar por un abuso más que se cometa contra ellos.

Más aún, ellos piensan muchas veces, que les hacen un favor al darles dinero a cambio de sexo.

Una palabra clave para entender quienes son las víctimas es ''vulnerabilidad'', ya que frente a los explotadores sexuales existe en nuestro país un gran sector de niños, niñas y adolescentes vulnerables a sus promesas de una vida mejor.

La vulnerabilidad de estos niños es un problema de la sociedad costarricense, que no ha podido garantizar una vida digna para todos ellos. Por eso, cuando hablamos de explotación sexual comercial, nos encontramos con los hijos y las hijas de la miseria y la exclusión social. Cuando hablamos de vulnerabilidad también nos referimos al problema de la violencia intrafamiliar. Así, cuando están unidas la miseria y la violencia, los niños, niñas y adolescentes se hacen vulnerables a una gran variedad de abusos. Y las promesas de un cambio, una vida mejor o sencillamente un regalo bonito les brinda una esperanza.

La vulnerabilidad, sin embargo, no es la causa de la explotación sexual comercial, solamente nos ayuda a comprender por qué unos niños y no otros convertidos en víctimas. Las verdaderas causas de este problema deben buscarse en las razones por las cuales personas adultas buscan sexo con personas menores de edad.

Los siguientes aspectos son encontrados como los principales factores de vulnerabilidad en Costa Rica:

Ser mujer.

Tener problemas con el consumo de alcohol o drogas.

Tener una historia de abuso sexual prolongado y sin intervención para determinarlo

Sufrir de abandono y maltrato por parte de los padres.

Permanecer tiempo prolongado en la calle y en lugares públicos.

No asistir regularmente a un centro educativo o no asistir del todo.

Sus familias viven en situación de miseria que obliga a todos los integrantes a llevar dinero a la casa, incluidos en los niños y niñas.

Presenciar de forma reiterada violencia contra sus madres.

4. ¿Qué podemos hacer para contribuir a eliminar la explotación sexual comercial en Costa Rica?

Recordemos que es responsabilidad de la sociedad, las comunidades, las familias, las instituciones y de todas y todos los ciudadanos el contribuir a la protección de todos los niños, niñas y adolescentes frente a cualquier tipo de explotación; rechazando absolutamente cualquier forma de abuso contra una persona menor de edad.

La eliminación de la explotación sexual comercial puede darse si trabajamos conjuntamente en tres ejes fundamentales; la prevención del problema, la protección integral de los niños, niñas y adolescentes víctimas y la sanción de los explotadores sexuales.

5. Prevención de la explotación sexual comercial.

Con respecto a la prevención del problema, podemos hacer varias cosas, entre ellas:

1. Ofrecer información sobre la realidad del problema a nuestra familia, compañeros y compañeras de estudio o trabajo, a vecinos, amistades, etc. Investigaciones realizadas nos pueden ayudar a combatir paulatinamente las ideas falsas que culpan a las víctimas y toleran la conducta criminal de los explotadores.

2. Participar en comités o grupos organizados en nuestra comunidad para combatir la violación de los derechos de las personas menores de edad, tales como la no asistencia a la escuela, el trabajo infantil, y todas aquellas situaciones que hacen que muchos niños, niñas y adolescentes sean ''presa fácil'' de los explotadores sexuales. En esta misma línea pueden organizarse foros, reuniones comunales o charlas para hablar del tema de la explotación sexual comercial.

3. Ser vigilantes del trabajo gubernamental, con el propósito de exigir lo que dicen nuestras leyes de protección a la niñez, de las garantías laborales, y de todas aquellas que se relacionan con las garantías sociales. De esta forma, no solo estamos trabajando para disminuir la vulnerabilidad de muchos niños, niñas y adolescentes frente a explotadores sexuales, sino también, estamos trabajando por una vida digna para todas las personas. 

4. Eliminar nuestras prácticas y actitudes que ponen en riesgo y vulnerabilizan a personas menores de edad. 

5. Combatir el machismo. Podemos prevenir las conductas machistas s enseñamos a los niños y adolescentes, una actitud de respeto hacia las mujeres, en los juegos, en la escuela, y dentro de la familia. Enseñarles que la sexualidad debe ejercerse con respeto y lo impropio de cualquier comportamiento que no toma en cuenta los derechos de la otra persona. Y a los hombres adultos debemos concientizarlos para que no toleren la conducta sexual violenta de otros hombres. Estas acciones ayudan a prevenir que hombres adultos paguen por sexo a una persona menor de edad.

6. Combatir la violencia intrafamiliar. Dentro de ella, merece especial atención el abuso sexual infantil cometido por familiares. Al respecto, debemos siempre denunciar toda forma de abuso y apoyar a las víctimas para que crezcan seguras y fuertes. Recordar que lo más importante que debe hacerse, es lograr que el abuso se detenga. 

6. Protección Integral de los niños, niñas y adolescentes víctimas

En lo referente a la protección integral de las personas menores de edad que ya son víctimas, nuestra tarea principal es contribuir a detener de forma absoluta el abuso y la explotación. Por otro lado, saber qué protección integral significa garantizar que esos niños, niñas y adolescentes ejerzan todos sus derechos y no solamente el de la protección frente a la explotación. Significa garantizar el derecho a la educación, la salud, a condiciones de vida dignas, a la buena alimentación, a la recreación, es decir, a todos los que señalan nuestras leyes.

Nuestra legislación dice que la institución encargada de velar por la protección integral de los derechos de todas las personas menores de edad es el Patronato Nacional de la Infancia, sin embargo, es también una tarea compartida por otras instituciones, como por ejemplo, las escuelas y los centros de salud.

Además, es también cierto que nuestras leyes obligan a las personas a respetar los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes que viven en el país, ya sea en su carácter de nacionales o de extranjeros. 

7. Sanción de los explotadores sexuales.

En el eje de la sanción, es nuestra responsabilidad denunciar cualquier sospecha razonable de que en un lugar se está explotando sexualmente a personas menores de edad. Es importante mencionar que las denuncias de este delito pueden ser realizadas por cualquier persona, es indiferente si es familiar o no de las víctimas. Puede hacerse vía telefónica o personalmente; también realizarse de forma anónima. Lo que se denuncia es una sospecha razonable, esto significa que la denuncia debe contener nuestras razones de sospecha. Por tanto, quien debe investigar la situación es el Ministerio Público (institución encargada de realizar las investigaciones de los delitos que se cometen en el país y cuando el Ministerio tiene las pruebas suficientes, es quien eleva el caso a los jueces o juzgados).

Requisitos de la denuncia.

Tener la sospecha razonable de que en un lugar se está explotando sexualmente a personas menores de edad. Tener la sospecha razonable de que una persona o grupo de personas estén explotando sexualmente a niños, niñas o adolescentes. Brindar datos que sustenten la denuncia, tales como, nombre de los sospechosos, dirección u otros datos importantes. 

¿Dónde se plantea la denuncia?

La sospecha de este tipo de delitos se denuncia en distintas instancias. En San José, las denuncias se pueden plantear personalmente o de forma anónima en la Fiscalía Especializada de Delitos Sexuales y Violencia Doméstica de Ministerio Público o igualmente en cualquier instancia del Ministerio Público, las cuales se encuentran en todo el territorio nacional. Además, pueden hacerse en la Policía Administrativa (Ministerio de Seguridad Pública) o en el Organismo de Investigación Judicial, quienes transferirán la denuncia a la Fiscalía.

Cápsula informativa N.6 ¿Dónde denunciar y dar parte?

Algunos de los números telefónicos donde se puede interponer una denuncia son:

Organismo de investigación Judicial (OIJ): 2295-3315, 2295-3316 0 22895-3317.

Fiscalía de Delitos Sexuales y Violencia Doméstica de San José: 2295-3554.

Fiscalías y unidades Policiales de todo el país: 2295-3000.

Patronato Nacional de la Infanci, para situaciones que involucren vulneraciones a los derechos de las personas menores de edad: 2221-1212 0 2226-2626.

8. Instituciones con capacidad u obligación para identificar la sospecha.

Patronato Nacional de la Infancia a través de sus Oficinas Locales, Programas de Patrullaje y Emergencias.

Instituto Nacional de las Mujeres a través de la Delegación de la Mujer.

Municipalidades a través de sus Oficinas de la Niñez, Oficinas de la Mujer, Policía Municipal y Patentes.

Instituto Mixto de Ayuda Social a través del Programa Construyendo Oportunidades y los Programas oferentes de subsidios.

Caja Costarricense de Seguro Social a través de los Comités del niño, niña y adolescentes agredidos, Servicios de Urgencias, Programas dirigidos a la población adolescente, EBAIS y los Servicios/Programas de Salud Sexual y Reproductiva.

Ministerio Público a través de las Fiscalías y la Fiscalía especializada en delitos sexuales y violencia doméstica.

Ministerio de Educación a través de PROMECUM y los Centros de enseñanza públicos, privados y semioficiales.

Órganos policiales como INTERPOL y otras policías especializadas.

Ministerio de Seguridad Pública a través de la Policía Administrativa y la Unidad contra la explotación sexual comercial.

Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social a través de los Programas de vigilancia del trabajo infantil y adolescente.

Dirección General de Migración y Extranjería a través del Departamento encargado de extender pasaportes y otorgar permisos de salida del país para personas menores de edad.

Organismo de Investigación Judicial a través de su Sección especializada en delitos sexuales.

Organismos no gubernamentales y religiosos que trabajan en el campo de la niñez y la adolescencia.

Ahora que conoces esta información básica sobre la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes, ¿te comprometes a trabajar el eje de prevención de la explotación sexual comercial en tu comunidad, lugar de trabajo o estudio?